sábado, 24 de marzo de 2018



Una vez al año regreso a lugares olvidados, me permito recorrer antiguos sentimientos, visito los últimos rincones de mi corazón.
             Y allí estoy yo temblando de amor, como una pequeña ave que teme volar.

Me reconozco tan frágil y hermosamente inocente, tan viva y llena de fuerza
                                                                  a pesar de tantas equivocaciones que cometí.

Pero hoy vale la pena volver a escuchar esas canciones, tan secretas, tan tuyas, tan mías. Pequeños tesoros que flotan en el aire, invisibles, pero siempre presentes.

Tiempos tan locos, la piel vibrante, el mundo parecía tan pequeño!!